viernes, 10 de julio de 2015

Abriendo la Maleta Mexicana, parte 2. Gerda Taro en el río Guadarrama



En nuestra penúltima entrada en este blog, parte de sus fotos muestran al grupo que hicimos la 9ª marcha memorial de la batalla de Brunete cuando estábamos refugiados del sol abrasador bajo los árboles que flanquean el curso del Guadarrama, pegados al puente de la carretera que lleva a Boadilla del Monte.
Recién publicada la nueva guía sobre las BBII (en la batalla de Brunete), no necesitaremos movernos mucho de ese punto del río para volver a hablar de Gerda Taro, una “brigadista” especial, que sin estar encuadrada en ninguna unidad militar concreta, trabajaba para la victoria republicana disparando su cámara de fotos en vez un arma de fuego. Su diana no eran los soldados o las máquinas de guerra del ejército franquista, sino las conciencias de los europeos, que mayoritariamente no veían, o más bien no les dejaban ver, gracias a la “No Intervención” que estaban acercándose peligrosamente al abismo por causa del ascenso y fortalecimiento impunes de los fascismos alemán e italiano, que ya actuaban entonces abiertamente en España.
     Valorando su gran aportación a la causa republicana, que finalmente le costó la vida, volvemos a abrir la Maleta Mexicana para intentar identificar los lugares, los individuos y los grupos que Gerta fotografíó en julio de 1937 y que en muchos casos permanecieron ocultos hasta hace pocos años. Tras haber puesto nuestra atención hace unos meses en las fotos de Quijorna (parte 1), ahora nos centrarnos en las imágenes que parecen haber sido tomadas en el Guadarrama.

     Estamos escribiendo  esto siendo las cuatro de la tarde del seis de julio de 2015. Hace exactamente 78 años, a esta misma hora, el ruido del combate y el olor a pólvora y trilita que se expandía desde Villanueva de la Cañada posiblemente alcanzaba ya el vado del camino vecinal que unía los antes tranquilos pueblos de Brunete y Boadilla del Monte, convertidos a punto de cumplirse el primer aniversario de la guerra en objetivos de una impetuosa ofensiva republicana.
     Según preveían los planes del Ejército de Maniobra, justo 78 años atrás, a esta misma hora las vanguardias de su 15 división ya debían ser dueñas de los vértices de Mosquito y Romanillos, y posiblemente ya también  debían estar dentro de Boadilla del Monte y Villaviciosa de Odón. Nada de eso se pudo conseguir, pero aún así, buena parte de los movimientos que se hicieron para intentar esos avances en dirección Alcorcón  pasaron por el mismo lugar de nuestro reposo a la sombra de los chopos en 2015. Volvemos allí.


Foto 1: Esta primera fotografía evidentemente no es de Gerda Taro. Fue hecha desde un aparato alemán, italiano o español perteneciente al campo sublevado y que cumplía una misión de observación (y posiblemente también de ametrallamiento o bombardeo) sobre la zona republicana cercana al frente. Lo que podemos ver desde una perspectiva vertical es el vado del Guadarrama que ocuparon y cruzaron repetidas veces las fuerzas de la XV brigada internacional entre los días 7 y 23 de julio. Las órdenes republicanas que se refieren a este lugar del río hablan tanto de puente como de vado, y la razón de este equívoco sería que ese era históricamente un vado, pero seguramente antes de comenzar la guerra, existía allí un puente en construcción, del que solo se habrían podido terminar los basamentos de los extremos y quizás algún pilar intermedio. El verano de 1936 seguramente vio detenerse las obras, que posiblemente algunos mapas ya daban por concluidas. Esos mismos pilares, quizás mejorados años después, serían los que permanecen ahora junto al puente nuevo, más práctico que el que estaría construyendo la República en los años 30, pero también mucho más feo e impersonal.





Fotos 2 y 3: No tenemos una seguridad total, pero después de darle muchas vueltas y pasar tiempo observándolas, estamos convencidos que estas dos fotos corresponden al mismo vado del Guadarrama del que hablamos antes, o a algún punto cercano. Ningún arroyo o río que no fuese el Guadarrama debía tener agua entonces en pleno julio, y en el caso de este último, ese verano permanecían solo charcos en lugar de caudal (ya que, aunque llovía más que ahora, las precipitaciones eran también muy estacionales y no existían embalses: la presa del El Gasco nunca funcionó y Molino de la Hoz es posterior a la guerra). Los árboles que se ven al fondo serían los altos pinos que abundan en la base del cerro Mosquito, que ya estaban allí. Esta foto podría haber sido tomada durante la segunda visita de Gerda Taro a este campo de batalla, posterior al día 14 de julio (en esa fecha ella habría estado en París). De ser así, los soldados que aparecen en las fotos pertenecerían a las brigadas XV o 16, las únicas presentes en esa zona mediada la batalla. La 16 estaba en primera línea y la XV replegada sobre el valle del Guadarrama, descansando y en situación de reserva entre la confluencia con el Aulencia y el propio vado del que hablamos.




Fotos 4, 5, 6, 7 y 8: Estas fotos, que en el rollo de negativos están pegadas a las anteriores (indicando que fueron tomadas a continuación) muestran a un mismo grupo de soldados con aspecto extranjero descansando en un lugar sombreado, bajo árboles que por su porte seguramente son de ribera, por lo que deducimos que están cerca del río Guadarrama. En tres de estas fotos vemos al periodista Fred Pitcairn (con seudonimo Claud Cockburn) del periodico del Partido Comunista Británico el Daily Worker, y a Fred Copeman, oficial del batallón Británico de la XV brigada internacional. Entre los días 14 y 22 de julio la XV brigada (y nominalmente también la XIII) fue replegada de la primera línea sobre Romanillos - Mosquito y establecida como unidad de reserva del XVIII cuerpo de ejército, ocultándose de las vistas del enemigo sobre la orilla O del Guadarrama, donde sus hombres podían recuperar fuerzas y, si era necesario, desplazarse rápidamente a cualquier punto del frente que les correspondía reforzar, como así pasó en varias ocasiones. En todas estas fotografías se percibe un ambiente distendido que en parte parece motivado más por la presencia de la atractiva Gerda Taro que por la amabilidad de la situación que estos hombres estaban viviendo.






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